06 de Enero, 2025 - Por medio de Cristo

Por medio de

Cristo

06 de Enero, 2025

Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Primero, demos una mirada a “en Cristo”. Porque hemos nacido de nuevo, Él vive en nosotros por Su Espíritu, y nosotros también estamos “en Él”. Hay tantas escrituras maravillosas de “en El”, “por Él” y “por medio de Él”. Es un estudio maravilloso de quien eres en Cristo Jesús. Jesús dijo que sin Él no puedes hacer nada; no puedes hacer nada que valga la pena y duradero sin Él. Puedes hacer algunas cosas con tu propia fuerza y voluntad, pero se acabarán. Si haces las cosas a través de Él y por Él, tienes un suministro interminable del poder de Dios.

La fuerza de Dios está disponible para cada hijo de Dios. Isaías 41:10 dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios: Yo te fortaleceré; sí, yo te ayudaré; sí, yo te sostendré con la diestra de mi justicia”. Dios siempre ha prometido fortalecer a su pueblo. Uno de mis versículos favoritos sobre la fortaleza es Nehemías 8:10; dice que el gozo del Señor es mi fortaleza. Efesios 6:10 nos dice que seamos fuertes en el Señor y en el poder de su fuerza. La fuerza de Dios está disponible para cada uno de nosotros, pero ¿estamos caminando en esa fuerza o estamos caminando en una imitación tratando de hacerlo en nuestro propio poder?

¿Cómo saber si es la fuerza de Dios? Es sencillo. Es cuando lo estás forzando, o tratando de hacer que suceda. Es similar a cuando Jesús le dijo a Pablo que Su gracia (poder o fuerza para enfrentar al enemigo) es suficiente. El poder de Dios está en ti y sobre ti. Ese poder que recibiste cuando fuiste lleno del Espíritu Santo es muy importante y no solo te ayudará a ser testigo sino que te fortalecerá. Debemos dejar de tratar de hacer las cosas con nuestras propias fuerzas porque tenemos la fuerza de Dios Todopoderoso disponible para cada uno de nosotros. Recibamos todos esa fuerza. ¿Cómo? Confiesa: “Soy fuerte en el Señor y en el poder de su fuerza”. Confiesa: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Entonces, alégrate con gozo inefable y lleno de gloria, recibiendo el fin de tu fe, recibiendo la fuerza que acompaña a ese gozo. ¡El Señor es verdaderamente la fuerza de nuestras vidas!

Pr. Mark Garver