23 de Octubre, 2024 - ¿Qué es el hombre?

¿Qué es el hombre?

23 de Octubre, 2024

Salmo 8:4-6 (NASB 1995) “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, y el hijo del hombre para que cuides de él? Lo has hecho un poco inferior a Dios, y lo coronas de gloria y majestad. Lo haces señorear sobre las obras de tus manos; has puesto todas las cosas bajo sus pies.”

Parece que se nos ofrece una mirada entre bastidores a unos ángeles que conversan y el salmista lo registra. Querían saber qué es exactamente un hombre. Es como si dijeran: «Llevamos mucho tiempo por aquí y hemos visto muchas cosas que has creado, pero nunca nada como esto. Dios, ¿por qué piensas en este hombre; por qué te preocupas por este hombre?». La RV60 dice: «¿Quién es el hombre para que lo visites?», es decir, ¿por qué bajas a la Tierra y visitas a este Adán? Los ángeles estaban perplejos con esta creación. No creo que tuviera que ver con la forma humana, o su apariencia. Era más que eso. Esto era algo totalmente nuevo, y para los ángeles, sacudía el orden de las cosas. El siguiente versículo nos dice por qué estaban tan perplejos. Básicamente dice: «Dios, hiciste a este hombre un poco más bajo en autoridad que Tú. ¿Qué pasa con eso?» Es interesante que la palabra ordinal para Dios aquí es ELOHIM, que significa el Dios supremo.

Los ángeles se preguntaban cómo habían podido quedar por debajo de un hombre. También querían entender por qué este hombre fue coronado en la gloria de Dios. ¿Por qué este hombre se vistió con la presencia de Dios? Recuerden, Dios hizo al hombre del polvo de la Tierra pero luego, Dios sopló el aliento de vida, Su propio aliento, en él. La vida misma de Dios entró en Adán. Los ángeles se preguntaban quién era esta criatura que era como el Dios Todopoderoso, que fue creado a semejanza e imagen de Dios. No era Dios, pero se parecía mucho a Dios. Qué emocionante es saber que, gracias al nuevo nacimiento, nosotros también hemos sido recreados a imagen y semejanza de Dios, y que también tenemos el aliento de Dios en nosotros. ¿Recuerdas cuando Jesús, después de la resurrección (cuando Él era todo Dios de nuevo) sopló sobre los discípulos y dijo: «Recibid el Espíritu Santo»? Fue entonces cuando el hombre recuperó su aliento después de haberlo perdido cuando Adán y Eva cayeron. ¡Gloria!

El último versículo dice algunas cosas muy importantes que muchos en la iglesia no entienden. En un Pan Diario anterior, les di el Salmo 115:16 que dice que Dios dio la Tierra a los hijos de los hombres. Dios tenía todo el derecho de dar la Tierra a los hombres porque era suya por derecho de creación; y Él absolutamente dio la Tierra a Adán y Eva. El Salmo 8:6 (NASB 1995) lo dice claramente, «Lo hiciste gobernar sobre las obras de Tus manos; has puesto todas las cosas bajo sus pies». No puede ser más claro. Dios dio la Tierra a los hombres, y nunca la ha retirado. Génesis 1:26-28 también, muy definitivamente, nos dice que Adán y Eva recibieron la Tierra. Él les dijo que dominaran, llenaran la Tierra y la sometieran. Él dijo muy claramente sobre qué les dio autoridad, y fue sobre toda la Tierra. Incluso les dio autoridad sobre todo lo que se arrastraba sobre la tierra y Satanás vino como una serpiente, así que sí, incluso tenían autoridad sobre el diablo. Es importante saber que aunque Dios es definitivamente el dueño de la Tierra, Él no es responsable de todas las cosas malas que suceden en la Tierra porque Él “subarrendó” la Tierra a los hombres y seamos honestos, los hombres la han desordenado. Eso es lo único que me aclaró todo esto de por qué no siempre se hace la voluntad de Dios en la Tierra.

Pr. Mark Garver