28 de Octubre, 2024 - ¡Acceso!
Romanos 5:2 “Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.”
«Por quien» en esta escritura hace esto una realidad “en Cristo”; cosas que tenemos debido a quien es Jesús y lo que Él ha hecho. Nunca podríamos llegar a Dios por nosotros mismos. Es sólo a través de la obra terminada de Jesucristo que tenemos acceso. A causa de Jesús, tenemos tantas cosas disponibles para nosotros. Cuando ves las palabras en Él, a través de Él, por Él, en quien, etc., te dicen lo que ahora te pertenece en tu posición en Cristo; pero todavía tienes que usar la fe para tener acceso a estas cosas.
La fe es el vehículo por el cual recibimos todo lo que Dios tiene para nosotros. Creemos lo que Él dice en Su Palabra y actuamos sobre ello. Este acceso es como una puerta que debes atravesar. Recuerda, Jesús dijo que Él era la puerta en el Evangelio de Juan. Este acceso está disponible, pero debes abrirlo con tu fe. Una de las cosas a las que podemos acceder con nuestra fe es la gracia permanente. La gracia permanente nos hace vencer las artimañas del diablo. Se nos dice que nos mantengamos firmes contra las artimañas, o las armas del enemigo (Efesios 6:11), poniéndonos toda la armadura de Dios. También se nos dice que resistamos y hagamos frente al diablo. Esta gracia es un poder que viene de Dios para enfrentar y resistir los dardos de fuego enviados por el diablo.
Recuerda lo que Jesús le dijo a Pablo: «Mi gracia es suficiente». Su gracia es necesaria para estar de pie y resistir cualquier ataque del diablo. Cuando nosotros, por fe, tenemos acceso a la gracia permanente de Dios y usamos esa gracia para derrotar al enemigo, veremos la gloria de Dios, y la gloria de Dios es la presencia de Dios. Usando nuestra autoridad dada por Dios trae gloria a Dios mientras operamos en la gloria de Dios. La Palabra nos enseña que cuando pasamos por lo que el diablo nos manda, y ganamos, esto produce un peso de gloria en nuestras vidas. En otras palabras, lo que el diablo quiere para nuestra destrucción, Dios lo da vuelta y produce la presencia de Dios en nuestras vidas, y esta victoria trae gloria a Dios.
¡Con razón esta escritura nos dice que nos regocijemos! Cuando estás en una expectativa confiada y alegre acerca de algo, definitivamente cambiará tu disposición. Cuando estás esperando y no dudando sobre el resultado de una situación, serás capaz de regocijarte verdaderamente. Si realmente conoces el resultado, puedes alegrarte antes de verlo. Es como si alguien te prometiera algo. Realmente confías en esa persona y cumple su palabra, así que te alegras por la promesa que te ha hecho incluso antes de verla. ¿Cuánto más de un Dios que no puede mentir ni fallar
Pr. Mark Garver