17 de Julio, 2024 - ¡Considera fiel a Dios!
Hebreos 11:11 “Por la fe también Sara recibió fuerza para concebir descendencia, y dio a luz un hijo cuando ya era mayor de edad, porque juzgó fiel a quien se lo había prometido.”
Las promesas de Dios son sí y amén en Cristo Jesús (2 Corintios 1:20). Cuando Dios te hace una promesa, se propone cumplirla. La Palabra de Dios nunca volverá vacía, sino que siempre cumplirá aquello para lo que fue enviada (Isaías 55:11). Dios, a través de Su Palabra, nos ha dado tantas promesas y son para ti. Sin embargo, tú, como Sara, debes recibirlas por medio de la fe. Debes aprender a hacerlo por ti mismo. Debes darte cuenta de que aunque sea naturalmente imposible, si cuentas con la fidelidad de Dios, verás la promesa.
Abraham le contó a Sara el plan de Dios, que iban a tener un hijo, un heredero. Después de que Dios le hizo a Abraham esta promesa, Abraham le creyó a Dios. ¿Cómo lo supo? Su cuerpo comenzó a funcionar porque pudo concebir a Ismael; sin embargo, Ismael no era el plan de Dios. Abraham y Sara habían metido la pata, así que podemos ver que el plan de Dios no siempre es hecho perfectamente por la humanidad. Gracias a Dios por Su misericordia y bondad y porque siempre sigue trabajando con nosotros para que Su voluntad se cumpla en nuestras vidas. Dios y Abraham tuvieron una conversación acerca de Ismael. Abraham quería hacer cambiar de opinión a Dios acerca de que Ismael fuera el heredero, pero Dios fue muy específico en que debía ser un hijo de Abraham y Sara. Entonces, Sara vuelve a la escena, pero todavía no tiene fe. No fue hasta que Dios y Abraham hablaron de Sodoma y Gomorra que las cosas cambiaron. Dios preguntó dónde estaba Sara; ella estaba en la tienda, y fue entonces cuando Dios dijo: "El año que viene por estas fechas, los dos tendréis un hijo y, por cierto, ponle por nombre Isaac". Sara, al principio, se mostró incrédula mientras se reía y señalaba que ya ni siquiera hacían "eso". Pero en algún momento de los tres meses que siguieron, Sara entró en fe porque había escuchado a Dios por primera vez por sí misma; ahora consideraba a Dios fiel, y la fuerza vino a su cuerpo, y concibió a Isaac. Por fin pudo juzgar a Dios fiel. Él lo dijo, ella lo creyó y entonces, la fuerza entró en su cuerpo y la promesa se cumplió. De la misma manera, esto puede suceder para ti y para mí. ¡Consideremos a Dios fiel!
Pr. Mark Garver