1 de Agosto, 2024 - Jesús vio
Juan 8:38 “Yo hablo lo que he visto con mi Padre, y vosotros hacéis lo que habéis visto con vuestro Padre.”
Primero, en ambos reinos con Dios, el Padre, y con Satanás, hay un “ver”. Antes de que haya un hacer, hay un “ver”, y no es solo natural, es espiritual. Me gusta la Biblia Clásica Amplificada en este pasaje de la escritura que dice, «Yo digo las cosas que he visto y aprendido al lado de mi Padre, y tus acciones también reflejan lo que has oído y aprendido de tu padre.» Puede ser visto como un ver físico pero también, un ver espiritual de cómo el Padre hace las cosas y la intención de Su corazón en el hacer de las cosas. Entonces, también ves a esta gente religiosa que, más de una vez, Jesús llamó hijos del diablo, aprendiendo cosas, y viendo cosas del mismo diablo. Nosotros somos de Dios y llamados Sus pequeños hijos y Jesús mismo no se avergüenza de llamarnos hermanos. Así que, tenemos la habilidad de ver y aprender del Padre justo a Su lado, a Su propia mano derecha en Cristo Jesús. Nuestra oración debería ser: «Enséñame tus caminos. Muéstrame y déjame ver con mis ojos tus obras y tus caminos». ¡Abre mis ojos, Señor!
Al igual que en la naturaleza, podemos mirar a un padre y a un hijo, o a una madre y a una hija y ver un parecido familiar. En otras palabras, sabes que vienen del mismo pool genético. Debemos ser capaces de ver claramente quien es del Padre Dios y quien es del diablo. Tú tienes uno de esos dos padres. Puedes elegir. Una vez que escoges a Jesús, estás en la familia de Dios, y debería haber algunos parecidos familiares. No más mentiras, pues eso es del diablo. Te vuelves amable, eso es de Dios. Conoces el carácter de Dios versus el carácter del diablo. Deberíamos poder decir con Jesús: «Digo lo que oigo decir a mi Padre, hago lo que veo hacer a mi Padre». Al llegar, las cosas cambiarán, no solo para nosotros sino para todos los que nos rodean.
Pr. Mark Garver