07 de Marzo, 2024 - Perdonar a todos
Marcos 11:25-26 (RVA) Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras ofensas. Pero si no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Debemos perdonar a la gente. No sólo perdonamos a los que queremos perdonar o a los que son dignos de perdón, sino que perdonamos a todos y a cada uno. ¿Por qué tenemos que hacer eso? Yo no quiero hacerlo, pero si quiero que mi fe funcione, debo hacerlo.
Marcos 11:23-24 son escrituras famosas que Jesús habló que nos dice cómo recibir las promesas de Dios y cómo quitar las montañas de nuestras vidas, pero Jesús no paró allí. Él continuó con su pensamiento de cómo recibir las cosas que necesitamos y cómo hacer que nuestras palabras funcionen. El dijo que teníamos que perdonar. Mientras estamos orando, tú y yo debemos perdonar a cualquiera con quien estemos teniendo problemas. Gálatas 5:6 dice que nuestra fe obra por el amor. Si tu y yo no caminamos en perdón, entonces no estamos caminando en amor y nuestra fe no funcionará.
Perdonar a la gente es para ti. Si tu no perdonas, muchas cosas comenzarán a sucederte. Comienzas a desarrollar una raíz de amargura, la cual ahogara la Palabra de Dios en tu vida y le impedirá producir el fruto de Dios que Él tiene para ti. Empezaras a profanar, que se define como "violar" a otras personas. Tu falta de perdón, que se convierte en amargura, comenzará a herir a otros por sembrar semillas de discordia entre los hermanos. Esto es algo serio. Esta falta de perdón puede incluso convertirse en odio. En 1 Juan 2:8-11, nos dice que este odio te pone en tinieblas. Tus ojos se ciegan y la revelación de Dios y Su Palabra deja de fluir. La falta de perdón es un cáncer, y debe ser tratado en todas nuestras vidas. Tienes que tratar con ello. No vivas otro día sin perdonar a nadie.
Lo que puedes hacer es comenzar a orar por aquellos que te usaron despectivamente. Esto no quiere decir que lo que te hicieron estuvo bien. No, es mantenerte libre de ser la víctima dos veces. Ellos hicieron algo, así que ahora tú estás haciendo algo para devolver el mal que te hicieron, esto está literalmente evitando que Dios pueda ayudarte. Romanos 12:17-21 y Proverbios 25:21-22 nos dicen que amontonemos brasas de fuego sobre la cabeza de quien nos hizo daño. Esto a menudo se malinterpreta como una escritura de "¡Dios, agárralos!" cuando, en realidad, es una escritura de "Dios, ayúdalos". Es la imagen del Sumo Sacerdote y el propiciatorio donde el carbón es colocado, lo que causa que un humo y aroma suba del propiciatorio para que Dios pueda tratar con esa persona favorablemente. Tu haces tu parte y oras por ellos y luego, dejas que Dios haga su parte. Tú los perdonas y dejas que Dios te bendiga.
Ps. Mark Garver