26 de Enero, 2024 - Buena Tierra
Marcos 4:20 (RVA) Pero éstos son los sembrados en buena tierra, los que oyen la Palabra, la aceptan y dan fruto: unos a treinta, otros a sesenta y otros a cien.
Hemos visto tres tipos de tierra. Jesús los llamó terreno de al lado del camino, pedregoso y espinoso. La última clase de tierra es la buena tierra que produce la Palabra de Dios. Algunas personas producen a 30, otras a 60 y otras a 100 más. No hay mucho que decir acerca de esta clase de tierra excepto que es buena y una persona con esta clase de tierra mantiene su tierra y la guarda, para que no vuelva a tener la forma de las otras tres clases de tierra. Debemos vigilar constantemente nuestra tierra porque como Proverbios 4 dice, "De nuestra tierra o corazón fluyen los asuntos de nuestra vida".
Lo que quiero ver a continuación es lo que yo llamo las puertas de tu corazón. Lo que entra en nuestra tierra viene de estas tres puertas, y debemos entender eso para que podamos proteger lo que entra en nuestros corazones.
Hay tres puertas al corazón. Son la puerta del ojo, la puerta del oído y la puerta de la boca. Discutiremos estas puertas y la importancia de cada una, y lo que la Biblia nos dice acerca de cada puerta. La puerta del ojo es lo que ves, es decir, lo que ves en la televisión, lees en el Internet y en libros, lo que miras cuando estás en el trabajo o en el centro comercial, etc. Proverbios 4:21 nos dice que llenemos nuestros ojos con la Palabra de Dios. En el Salmo 119:37, la Palabra dice que apartes tus ojos de contemplar la vanidad. Jesús nos dijo en Mateo que el ojo es la luz del cuerpo y la ventana de nuestra alma. Hay muchas malas hierbas que tratan de entrar por la puerta del ojo, así que ten cuidado con lo que dejas entrar por esta puerta.
La puerta del oído es muy importante porque el enemigo puede asegurarse de que oigamos todo tipo de cosas. Al diablo le encantaría llenar nuestros corazones con malos reportes, falsedades y circunstancias. Todo el día, todos los días, escuchamos cosas, incluso hechos que son naturalmente verdaderos pero no son la verdad de la Palabra de Dios. Por eso la Palabra dice en Proverbios 4:20 que inclinemos nuestros oídos a sus dichos. Jesús lo dijo de esta manera en Marcos 4:24 y Lucas 8:18: Él dijo tengan cuidado con lo que oyen y cómo lo oyen. La puerta del oído debe estar llena de la Palabra de Dios, para que solo esa semilla entre en nuestros corazones. Las cosas que no se alinean con la Palabra de Dios son semillas que ahogan la Palabra.
La última puerta es la más grande y la más difícil de vigilar. Es la puerta de la boca. En Proverbios 4:24, se nos dice que alejemos de nosotros una boca atrevida o una boca que habla en contra de lo que dice la Palabra de Dios. Sabemos por Proverbios 18:21 que la muerte y la vida están en el poder de la lengua y en Josué 1:8 Dios le dijo a Josué que se asegurara de que la Palabra de Dios estuviera siempre en su boca. A menudo me divierten las personas que luchan contra el mismo Jesús y tratan de decirle a la gente que su boca y sus palabras no son importantes. Yo lo diría así. Las palabras pueden matar o pueden dar vida; son malas hierbas o semillas frutales, tú eliges.
Cuando entiendas estas tres puertas, serás más cauteloso de lo que entra en tu jardín. Pon la semilla de la Palabra de Dios en todas estas puertas regularmente y empezarás a ver una cosecha abundante de las promesas de Dios viniendo a tu vida.
Ps Mark Garver