13 de Enero, 2025 - ¡No a la confusión!

¡No a la confusión!

13 de Enero, 2025

1 Corintios 14:33 Porque Dios no es autor de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos.

Hay veces en la Palabra donde Dios vino y trajo confusión para el beneficio del hombre; me viene a la mente la Torre de Babel, pero eso fue para que el hombre no se fuera a hacer algo estúpido. Esta escritura nos dice que Dios no es el autor de la confusión. Entonces, ¿Quién es el autor de la confusión? Tendría que ser el diablo. ¿Qué es la confusión? Confusión es la falta de claridad o un malentendido de la verdad o de los hechos de cualquier situación. Entonces, ¿Qué hace el diablo? El ciega las mentes de los incrédulos para que no puedan distinguir la verdad cuando la escuchan. Cuando la Palabra dice: «Dios no es el autor de la confusión», debemos entender que esto implica que una de las armas del diablo contra el Cuerpo de Cristo es la confusión.

Cuando alguien esta confundido, toma malas decisiones porque no entiende la verdad. Santiago 3:16 dice: «Porque donde hay envidia y contienda, allí hay confusión y toda obra perversa». Entonces, podemos ver de esta escritura que lo que trae confusión es la envidia y la contienda. Podemos ver que cuando el diablo pone a la gente en envidia y contienda, abre la puerta para que el traiga confusión. Cuando pienso en confusión pienso en caos, drama, y sentimientos abrumadores. No tenemos que tener confusión en nuestras vidas. En vez de eso, podemos tener aquello de lo que nuestro Padre es el autor, y eso es paz.

En lugar de confusión, podemos caminar en la paz de Dios, la misma paz que Jesús nos dejó. Juan 14:27 dice: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo». Gracias a Dios, en vez de confusión, Él nos ofrece la misma paz en la que Jesús caminó. No es automático, como la mayoría de las cosas con Dios no lo son; tenemos una parte que jugar. Isaías 26:3 (AMPC) dice: «Tú guardarás y mantendrás en perfecta y constante paz a aquel cuya mente [tanto su inclinación como su carácter] permanece en Ti, porque se encomienda a Ti, se apoya en Ti y espera confiadamente en Ti». Nuestra parte es mantener nuestra mente fija en Dios. ¿Cómo lo hacemos? Meditando en la Palabra de Dios, a través de la oración, conversando con el Señor, con verdadera adoración y confesando la Palabra de Dios. Cuando mantenemos nuestra mente en El y caminamos en perfecta paz, ninguna confusión puede venir a nuestra alma; y ahí es cuando tomaremos las mejores decisiones que jamás hayamos tomado. Esto hará que caminemos en lo más alto y lo mejor de Dios para nuestras vidas.

Pr. Mark Garver

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