28 de Marzo, 2024 - La gente necesita gente

La gente necesita gente

28 de Marzo, 2024

Juan 5:7 “El paralítico le respondió: Señor, no tengo quien me meta en el estanque cuando las aguas están revueltas, sino que mientras yo vengo, otro se pone delante de mí.”

Cuando pienso en cómo Dios empezó las cosas en el Jardín del Edén, cómo todo era perfecto, y Dios le dio al hombre dominio y autoridad, rara vez pienso en Adán y sus sentimientos y cómo le parecía todo. Creo que lo que más me asombra es que Dios realmente velaba por el hombre. Quería que lo tuviera todo. Quería que fuera feliz. Dios dijo: "No es bueno que el hombre esté solo", así que le creó una compañera; alguien que estuviera con él porque se sentía solo. Estar solo es lo que debió sentir Adán después de separarse de Dios, así que Dios tomó medidas para remediar el problema. He oído a gente decir: "No necesito a nadie, sólo a mí y a Dios". ¿Sabías lo falsa que es esa afirmación? Si Adán, que tenía una comunión perfecta con Dios, a quien Dios venía a visitar al fresco del día, todos los días, necesitaba a alguien para no estar solo, entonces cada uno de nosotros necesita a alguien. No he dicho que todos estemos incompletos si no estamos casados. Dije: "Todos necesitamos ayuda"; todos necesitamos a otros en nuestra vida. Dios no pretendía que estuviéramos solos Él y nosotros.

Hay innumerables personas en este mundo que se sienten solas o han decidido: "Simplemente no necesito a nadie". A ti y a mí se nos ha dado la gran responsabilidad de llegar a la gente. A todos se nos ha dado el ministerio de la reconciliación y una palabra de reconciliación para acompañarlo. Siempre me acuerdo del hombre en el estanque de Betesda, donde el ángel venía y agitaba el agua, y el que se metía primero quedaba sano. Jesús preguntó a este hombre, que llevaba años sentado allí, por qué no había recibido la sanida. El hombre dijo: "No tengo a nadie". No tenía a nadie que le ayudara a meterse en el agua cuando estaba revuelta. Y solo la primera persona que se metía en la piscina era sanada y siempre alguien se le adelantaba. Necesitaba ayuda y no tenía a nadie. Puede que no te des cuenta de cuántas personas a tu alrededor se sienten así. Tenemos que ser como los cuatro amigos locos que tenía el hombre con parálisis. Quitaron un tejado y lo bajaron delante de Jesús. Llevaron a Jesús a una persona necesitada. ¡Seamos así!

Jesús es el Sanador de los quebrantados de corazón, así que busquemos a los que están en esta categoría, tanto los solitarios como los quebrantados de corazón. Sé que están a tu alrededor. ¿Cómo ministrar a los solitarios o a los quebrantados de corazón? Yo recomendaría el amor. Puede manifestarse de diferentes maneras: un almuerzo, un correo electrónico, una tarjeta, decirle a alguien que hoy has orado por él, una invitación a la iglesia, etc. A medida que des libremente lo que recibes, creo que recibirás más y más.

Pr. Mark Garver