05 de Abril, 2024 - Favor de Dios y de los hombres
Lucas 2:52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
Esta escritura dice que Jesús creció en estas áreas. El creció en sabiduría; Él creció en estatura al envejecer, y Él creció en gracia para con Dios y los hombres. El punto de referencia aquí es el crecimiento. Él creció en sabiduría; Él se hizo más alto a medida que envejecía, y Él creció en favor. Me parece que para crecer en cualquier cosa espiritual, se hace por fe. La fe viene de escuchar las escrituras sobre cierto tema; y entre más escuches, más crecerás en fe. Jesús tuvo *que crecer en favor del Padre. Si no lo necesitara, la Palabra no diría que Jesús creció en él. El favor no era automático con Jesús, aunque Él era la Palabra hecha carne. El tuvo que descubrir lo que la Palabra dijo acerca de Él y acerca del favor para creerlo acerca de Él mismo.
Tú tienes favor con Dios. Fue puesto a tu disposición en el momento en que naciste de nuevo, en el momento en que fuiste hecho justo. ¿Por qué algunas personas parecen tener más favor que otras? ¿Es porque Dios los ama más o porque le agradan más? La respuesta es: "No". El favor profuso está disponible todo el día y todos los días de tu vida cuando tienes una revelación de ese favor, lo recibes y caminas en él. Jesús necesitaba el favor de la gente y nosotros también.
¿Cómo se tradujo el favor de Jesús en tener el favor de la gente? Le seguían. Sirvieron en su ministerio. Le daban. Le escuchaban. Trajeron a otros a Él. Sí, Él tuvo a los religiosos que trataron de hacer difícil su vida y su ministerio; pero el favor de Dios sobrepasó a aquellos que trataron de poner obstáculos entre Él y la gente que necesitaba Su mensaje acerca del Reino. ¿Cómo se aplica esto a ti? ¿Tienes el favor de Dios? Sí, si lo crees. ¿Necesitas el favor de la gente? Sí. ¿Cómo se ve eso para ti? Es diferente para cada uno de nosotros, pero algunos ejemplos serían: tienes favor con tu jefe, con tus compañeros de trabajo, con tus vecinos, con los maestros de tus hijos, con los entrenadores, e incluso cuando vas de compras para cosas grandes y pequeñas, etc.
¿Estás listo para crecer en favor? Entonces, ¡Sigue meditando mientras recorremos este viaje de favor porque es tu temporada para el favor del Señor!
Pr. Mark Garver