10 de Mayo, 2024 - Trabajad fervientemente en la oración, Parte 2
Trabajad fervientemente en la oración - Parte 2
10 de Mayo, 2024
Colosenses 4:12 Os saluda Epafras, que es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre trabajando para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.
La voluntad de Dios es tan importante para nuestras vidas. Comencemos por reconocer que la Palabra de Dios es la voluntad de Dios para nuestras vidas en general. Romanos 12:2 dice: "Y no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta". La voluntad de Dios es buena, es perfecta, y es agradable; eso es lo que la voluntad de Dios es y hará en nuestras vidas. Si mantenemos nuestra mente renovada, sabremos y podremos caminar en la voluntad de Dios. Recuerdo que el Espíritu Santo me dijo que si la gente fuera hacedora de la Palabra, caminarían constantemente en la voluntad general de Dios. Entonces, ¿por qué necesitaba Epafras trabajar en oración para que la gente que él conocía y amaba caminara en la voluntad de Dios?
Porque algunas personas, aunque sean creyentes, necesitan de nuestra ayuda. ¿No es agradable saber que otros, a través de sus oraciones, pueden ayudarnos cuando tenemos dificultades para discernir la voluntad del Señor para nuestras vidas? Epafras podría orar para que los ojos de su entendimiento fueren iluminados o inundados de luz (oración de Efesios 1), o podría ordenar que se quitaran las vendas de sus ojos para que cuando la luz de la Palabra llegara a ellos, pudieran entender, o podría orar por sus pasos personales que son ordenados por el Señor, para que encuentren y caminen en esos pasos.
La voluntad de Dios para nuestras vidas es muy importante. A principios de esta semana, analizamos Filipenses 1:10 (AMPC) y descubrimos que podemos orar para que las personas sepan lo que es vital y de valor real. Cuando tu y yo vemos a alguien fuera de la voluntad de Dios, puede ser porque está espiritualmente cegado o incluso autoengañado. La gente se engaña a sí misma porque no pone en práctica la Palabra que escucha. Es posible que queden cegados porque el Espíritu Santo les dijo que hicieran algo y no lo hicieron. Su desobediencia los ha puesto en una situación sin luz ni revelación sobre ese asunto en particular. La buena noticia es que quienes los amamos podemos ayudarlos mediante nuestras oraciones. Podemos poner a su disposición una provisión del Espíritu. Cuando nosotros, como personas justas, oramos, ponemos a disposición de esa persona un poder tremendo. Ahora les corresponde a ellos aprovechar ese poder que se les ha puesto a disposición.
Epafras trabajó fervientemente. No fue casual. Era como si estuviera agarrando a alguien en el espíritu y no soltándolo, como Jesús nos agarra a los que vivimos para interceder por nosotros. Es la voluntad de Dios que todos permanezcan en la perfecta y completa voluntad de Dios. Entonces, si vemos a alguien deambulando, luchando, deprimido, no digamos simplemente: "Espero que lo logre". No, podemos hacer lo que hizo nuestro hermano Epafras y orar por ellos. Oró fervientemente. ¡A Dios le gustó tanto que lo puso en El Libro!
Ora hoy por alguien que el Señor pone en tu corazón, y no una oración casual, sino una oración ferviente que haga que el poder de Dios esté disponible para esa persona. Y no es necesario orar todo el día por alguien porque una oración ferviente de 5 minutos puede cambiar la vida de alguien.
Pr. Mark Garver