26 de Febrero, 2024 - Haciendo las obras de Jesús
Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Estamos llamados a hacer las obras de Jesús en la Tierra. Somos Su cuerpo, y Él cuenta con nosotros para hacer lo que nos ha llamado a hacer. Para entender mejor las obras de Jesús, debemos entender la última parte de esta escritura que dice, "...y aún mayores obras haremos". ¿Cuáles son las obras mayores? Bueno, no creo que podamos hacer mayores sanidades o milagros, pero podemos ver más de ellos mientras Él hace la obra a través de nosotros. Las obras más grandes que debemos ver en mi estimación son hacer que la gente sea salva y llena del Espíritu Santo. Ayudaré a explicar esto más adelante cuando veamos la misión de Jesus en la Tierra, para que nosotros también podamos encontrar nuestro lugar en las grandes obras que debemos hacer.
Jesús proclamó su propósito en Juan 3:17: "Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él." En Lucas 19:10 dice: "Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido". La misión de Jesús era venir a salvarnos. Pablo lo dijo de esta manera en 1 Timoteo 1:15 (RVA), "Palabra fiel y digna de toda aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero." Su misión era buscar y salvar, y esa es también nuestra misión, ¡y yo elijo aceptarla! ¿Y tú?
Hay otras facetas de la misión de Jesús. También vino a destruir las obras del diablo, según 1 Juan 3:8. Vino a dar al cuerpo de Cristo vida abundante (Juan 10:10). Vino a ministrarnos y a dar Su vida como rescate (Mateo 20:28). También estuvo aquí en la Tierra para dar testimonio de la verdad como nos dijo en Juan 18:37. Vino a cumplir la ley según Mateo 5:17. Vino a tomar nuestro lugar, a intercambiar con nosotros, a convertirse en pecado para que pudiéramos ser hechos justos (2 Corintios 5:21); y se hizo pobre para que pudiéramos ser ricos (2 Corintios 8:9). Deberíamos estar muy agradecidos de que Jesús viniera y cumpliera toda Su misión. Sabemos que lo hizo porque Él lo dijo cuando dijo: "¡Consumado es!".
¿Cómo cumplió Jesús esta misión? Por supuesto, yendo a la cruz y resucitando de entre los muertos. Sin embargo, mientras estuvo en la Tierra, nos mostró cómo hacer las obras mayores. Lo hizo predicando y enseñando porque el Espíritu de Dios estaba sobre Él. El mismo Espíritu que estaba sobre Él en Lucas 4:18-19 también está sobre ti. No es un Espíritu Santo diferente. Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, así dice Hechos 10:38; y tú y yo también debemos andar haciendo el bien y ministrando el poder sanador de Dios, tanto físicamente como para los quebrantados de corazón dondequiera que vayamos. Como el Espíritu Santo ungió a Jesús de Nazaret es el mismo Espíritu Santo que puede ungirte sin importar de que ciudad seas.
Tú y yo estamos llamados a hacer las obras de Jesús. Si conocemos Su propósito, entonces podemos hacer de Su propósito nuestro propósito. Si sabemos como lo hizo, entonces podemos hacerlo también. Es una verdad eterna que Jesús no hizo ninguna obra poderosa hasta que el Espíritu Santo vino sobre Él. Hoy, deja que el Espíritu de Dios venga sobre ti fresco y nuevo y ¡hagamos las obras de Jesús!
Ps Mark Garver